jueves, 4 de octubre de 2012

I kill...

Bueno, al fin regresé con esto ! Vengo a publicar el siguiente capítulo de Manual de Supervivencia Zombie, que lo dejé hiper tirado.

CREARSE UNA FORTALEZA

El mejor escenario posible en caso de una epidemia es estar en casa propia y haber realizado los preparativos para enfrentar los primeros y confusos momentos del ataque. La aparición de los zombies significa el colapso de la sociedad como la conocemos, una caída mucho más rápida de lo imaginable con una consecuencia masiva: pánico. Es por eso que lo último que queremos hacer es huir de las ciudades cuando todo el mundo quiere hacerlo, cuando las calles son caóticas y las vías de escape se transforman en gigantescos embotellamientos. El peor lugar posible para enfrentar al enemigo en una autopista trabada, en un lugar desconocido y entre una multitud enloquecida.
Quien viva en el campo o en lugares de baja densidad -el campo, suburbios- cuenta con la ventaja de que literalmente hay poca gente a su alrededor y, por lógica, menos posibilidad de afectados en la primera etapa. La desventaja es que una huida es más difícil porque se hace a campo abierto o entre casas que no están pegadas ni ofrecen demasiada protección. Esto resultará crucial a medida que pasa el tiempo y las bandas de zombies comienzan sus recorridos. Quien persista en vivir en lugares así o busque refugio en ellos tiene que planear rutas de escape con cuidado.
Pero en todos los casos se aplica la regla de preparación.
Enfrentados al brote zombie, hay que preparar la casa y las armas, lo que requiere el acopio previo de ciertos materiales. Lo primero es reforzar los accesos, cerrando puertas y ventanas con tablas de forma que, idealmente, no dejen de pasar la luz y den la impresión de que la vivienda está abandonada. Es que es muy difícil frenar a los zombies una vez que detectan a una presa. Una puerta sólida y bien parapetada con perfiles de madera o metal resistirá cualquier golpe pero ¿podrá resistir docenas de seres golpeando por días y días, sin cansarse ni desanimarse? Se entiende que es cosa de horas o de días para que superen cualquier valla.
La situación ideal es la de barreras múltiples, como las de un edificio rodeado de una valla de metal o un muro de material. Este primer perímetro bien puede resultar invulnerable, pero aun así se crea un segundo en el edificio en sí reforzando entradas y ventanas. La tercera línea de defensa es interior, dividiendo el edificio en un segundo sector defendible por separado, como por ejemplo el piso superior de una casa cuyas escaleras puedan cerrarse. Es esencial recordar la necesidad de una vía de escape en caso de que todo salga mal.
Los edificios de departamentos son físicamente más fáciles de defender a partir del primer piso. Las plantas bajas deben ser abandonadas, a menos que se esté en un edificio rodeado por una reja sólida o un muro que permita defenderlas. Los zombies no tienen la inteligencia práctica de operar un ascensor y encuentran casi insalvables las escaleras, pero como tienen todo el tiempo del mundo no se puede descontar que puedan subir. Conviene crear una barricada sólida, por ejemplo con las rejas livianas que se usan para proteger balcones donde hay chicos, fijadas sólidamente a los lados. Otra opción, más simple, es apilar muebles y objetos hasta llenar completamente un pasillo, por ejemplo en el primer piso.
La idea es que por más que los zombies empujen, no puedan abrir una vía de entrada. 
Una ventaja accesoria de las manzanas de gran densidad urbana es que ofrecen vías de escape por los techos, pasando de edificio en edificio y conservando la ventaja de altura.


Prometo seguir actualizando esto, el finde vengo con otro capítulo !

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