domingo, 17 de mayo de 2015

Nightingale

 A veces me pongo a pensar, en esas noches reflexivas que uno tiene, en dónde estaría ahora. En dónde estaría después de tanta angustia y tanta lucha; una lucha que no tiene fecha de culminación. Donde todo progresa por un tiempo y después vuelve a caer en picada, así es mi vida, así soy yo. Una persona alegre con varios demonios dentro suyo. 


 Qué demonios? Varios. Y por qué "demonios"? Porque así los denomino yo, los llamé así durante tanto tiempo que ya son una parte de mi. Algunos aparecieron de repente, otros por en consecuencia de los primeros, y así sucesivamente. Al principio no era algo en lo que me pusiera a pensar demasiado, sólo vivía el día a día como podía; pero el último tiempo, los últimos meses, pensaba: Esto es lo que quiero para mi? No puedo más. Era un pensamiento rutinario, intentaba dar lo mejor de mi por los demás, pero ahí estaba la cuestión: vivía por los demás, no por mi. Con estos pensamientos llegaron más problemas, y me sentí al borde de un colapso. De nuevo me sentía como esos primeros días, donde todo comenzó; solamente que ahora mi cuerpo me gritaba por favor que dejara todo. 


 En esos momentos, donde sentía que poco a poco iba llegando el día; ese día, apareció alguien. Alguien a quien no me esperaba, alguien que entró en lo más hondo de mi. Esa persona que antes creí que sólo sería alguien más, pero terminó siendo una parte importante en mi historia; una parte importante en mi vida hasta el día de hoy. Espero que sea importante hasta el día de mi último latido. 
 Me volvió alguien mejor, alguien que se valora un poco más a sí misma, alguien que hoy se siente amada, se siente especial y, a veces, se siente única. 
 Quién iba a decirme que, el amor (que era lo que menos me importaba) era lo que iba a salvarme?


 Sé que estás leyendo esto; por eso quiero decirte gracias; por haber entrado a mi vida llena de oscuridad y haberme iluminado; por decirme cada día lo hermosa que soy (aunque yo te lo niegue); por hacerme feliz, simplemente. Por darme el amor que jamás creí que iba a tener. Porque cada gesto, cada beso, cada enojo, todo me hace feliz; porque tu sonrisa es mi principal motor para seguir día a día. 
 Gracias. 

lunes, 4 de mayo de 2015

So good to be bad.

 Me encuentro con una gripe bastante interesante, de esas que no te dejan respirar bien ni siquiera cuando hablas; y ya que tenía algo de tiempo libre, me digné finalmente a sentarme con la computadora y escribir en mi adorado y entrañable blog al cual tengo abandonado. 
 Qué les puedo contar de mi vida en estos cinco meses de ausencia? Pasaron tantas cosas. Y sobre todo, cosas lindas. Recuerdo que en la última entrada que hice dije que sentía que el 2015 que se venía estaba lleno de sorpresas... bueno, increíblemente así es. En menos de un año tuve muchísimas sorpresas y cambios que resultaron ser en su mayoría positivos. Cambios de todo tipo. Obviamente algunas cosas malas siguen, pero no son tantas; y lo restante son sólo esos demonios que uno tiene dentro de la cabeza y que sólo con el tiempo se van a ir. 




 Admito que sí, debo ponerme al día con la página y todo lo demás. Estoy pensando seriamente en hacer cambios en cuanto al diseño otra vez, y pensaba en algo más personal. Pero me llevaría más tiempo de edición y todo eso. 
 Volviendo a lo que hice estos meses, confieso que me estoy dedicando de nuevo a una de mis viejas pasiones: el dibujo. Encontré un cuaderno libre y una caja de lápices entera esperándome. Por qué iba a decir que no? Sobre todo ahora que estoy en una etapa de zombie empastillado. Otra de las cosas buenas que están por venir es la llegada de mi segunda princesa en un mes; estoy súper emocionada por conocerle la carita! 
 También se vienen viajes, que para los que me conocen es algo que amo hacer pero que no siempre se me da, y estoy más que emocionada por eso. 
 No sé que más contarles sobre estos meses, sólo que estoy cada día más feliz, completa y rodeada de la gente que verdaderamente amo: mi familia, mis amigos y mi novio [si gente, finalmente]. Y siento que hace mucho que verdaderamente no me sentía feliz. Ahora lo estoy empezando a ser. De a poco, pero estoy empezando a ser feliz.