Mafalda.

Esa nena de tan corta edad, con tanta sabiduría dentro de ella.

La primera vez que leí Mafalda fue gracias a mi tía, Andrea.

Ella era y todavía es fanática de sus tiras, de a poco, ella fue enseñándome ese mundo, gracias a mi tía me apasioné por la lectura, y una de mis primeras lecturas fue Mafalda.

Me acuerdo que a medida que me iban gustando más las tiras de Mafalda le sacaba a escondidas las revistas a mi tía, aunque ella sabía de eso, y se ponía contenta de que me llamara la atención leer tanto.

Terminé llevandome todas las revistas que tenía mi tía de Mafalda e inclusive una agenda que tenía muchas tiras.

Lo que me gusta de Mafalda es que sus tiras tienen mucho que ver con lo que sucede en la actualidad, y hace un par de años atrás, cosas como la desnutrición, el planeta, la escuela, entre otros.

Hasta el día de hoy suelo volver a leer las tiras de los libros que le saqué a mi tía, ahora en las librerías salió una recopilación con tapas más resistentes y creo que también a todo color.

Sin contar que las tiras fueron traducidas a varios idiomas.

Mafalda es una linda lectura, sinceramente me gusta mucho, y, si algún día tengo hijos, espero mostrarles todo esto.

Nunca me aburriría de Mafalda.